Cuando uno piensa en Las Tablas del Campillín, la imagen que inmediatamente viene a la mente es la de sus colosales y premiados cachopos. Es un hecho innegable: Su cachopo minero es, con mucho, la estrella, la pieza central que ha cosechado 20 galardones y atrae a comensales de todas partes. Sin embargo, reducir la oferta de este “templo del cachopo asturiano” únicamente a su plato más famoso sería perderse una parte esencial de la experiencia gastronómica que ofrece este emblemático restaurante.
Más Allá del Dorado Empanado: Un Viaje por la Cocina Asturiana Auténtica
Si bien el cachopo merece todo su reconocimiento, Las Tablas del Campillín es, ante todo, una sidrería asturiana con raíces profundas en la tradición culinaria de la región. Su carta es un homenaje a los sabores de la tierra y el mar de Asturias, ejecutados con el mismo mimo y la misma calidad de producto que su plato estrella.
Al sentarte a la mesa, más allá de la elección del cachopo (que, insistimos, es casi una obligación), te invitan a explorar un universo de delicias que completan una auténtica experiencia asturiana:
- La Fabada Asturiana: No hay cocina asturiana sin su fabada. En Las Tablas del Campillín, la preparan siguiendo la receta tradicional, con fabes de la Granja tiernas y cremosas, compango (chorizo, morcilla, lacón y tocino) de primera calidad y cocción lenta. Es un plato contundente y lleno de sabor, perfecto para los días más frescos o para quienes buscan la esencia pura de Asturias.
- Arroces Mariscados: La costa cantábrica asturiana es generosa en productos del mar, y esto se refleja en los arroces del Campillín. Desde un clásico arroz con bugre (bogavante) hasta arroces con marisco variado, son una opción deliciosa para quienes prefieren los sabores marinos. Se caracterizan por su punto perfecto de arroz y un caldo lleno de sabor a mar.
- Pescados y Mariscos Frescos: Dependiendo de la temporada y la lonja, es común encontrar pescados frescos del Cantábrico a la plancha o al horno. Desde el pixín (rape) hasta el mero o la merluza, la calidad del producto es la protagonista, cocinada de forma sencilla para realzar su sabor natural.
- Carnes a la Plancha: Si bien el cachopo es el rey, la ternera asturiana de Las Tablas del Campillín brilla también en otros cortes. Solomillos, entrecots o chuletas, preparados a la brasa o a la plancha, revelan la calidad de la materia prima, jugosa y llena de sabor.
- Tablas de Quesos Asturianos: Antes o después del plato fuerte, sumergirse en la riqueza de los quesos asturianos es casi una obligación. Quesos como Cabrales, Gamonéu, Afuega’l Pitu, y otros menos conocidos, ofrecen una explosión de sabores y texturas que maridan a la perfección con la sidra.
El Broche de Oro: Postres Caseros y la Cultura de la Sidra
Ninguna comida en Las Tablas del Campillín estaría completa sin sus postres caseros. Desde el arroz con leche cremoso y quemado, hasta las casadielles o las frixuelos, son el dulce final perfecto para una experiencia gastronómica asturiana. Y por supuesto, todo ello debe ir acompañado de una buena sidra natural, escanciada con maestría por el personal, sumergiéndote de lleno en la cultura y el ambiente de una auténtica sidrería.
Así que, la próxima vez que desees comer bien en Oviedo, visita Las Tablas del Campillín, si bien Su cachopo minero es, con mucho, la estrella que no te puedes perder, atrévete a explorar más allá. Descubrirás que este restaurante es un verdadero tesoro culinario asturiano, capaz de ofrecer una experiencia gastronómica completa y memorable.
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