Es seguro imaginar que las medidas sanitarias en los colegios cambien a raíz de todo lo que ha acontecido motivado a la pandemia; y no es para menos porque en las distintas regiones ha habido diversos niveles de intensidad del COVID-19, lo que ha llevado a la población a tomar medidas preventivas que sirvan para enfrentar las consecuencias de dicha enfermedad.
Es por esto que hasta el momento ya han sido formados grupos que fungen de centros formativos, los cuales se encargan de iniciar el acondicionamiento de espacios con mamparas para pupitres, hechas con placas de metacrilato COVID.
A pesar de los embates que la enfermedad ha causado en los distintos epicentros y sus alrededores, con el paso del tiempo se ha buscado con mucho esfuerzo la aplicación de diversas estrategias para volver a conseguir la “normalidad”; y para ello los organismos gubernamentales en el mundo entero han decidido afrontar desafíos adherentes al caso, desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) llegó a declarar a este virus del COVID-19 de carácter pandémico.
No cabe duda que recibir educación de manera presencial es el mejor método aprendizaje, sobre todo por el contacto humano y alcanzar este objetivo es de carácter primordial, pero para poder lograrlo es de suma importancia que en los distintos sectores se haya podido tener el control absoluto de cualquier posibilidad de propagación del virus.
¿Por qué deben volver los estudiantes?
Es por demás sabido que la participación activa y presencial del alumnado les ayudará a obtener conocimientos más allá de lo que puedan aprender a través de las distintas materias que dicta su pensum de estudio. El hecho de poder interactuar con otros, hacer deportes, celebrar actos culturales como teatro, música y danzas, forman parte del conocimiento que la educación a través de internet no le puede ofrecer al estudiante y mucho menos a aquellos que no tienen acceso a este recurso.
Comunidades nativas de Alaska, hispanas o latinas, indígenas y familias carentes de recursos se han visto fuertemente afectadas por el COVID-19 y las distintas medidas que se han tomado por parte de las autoridades. Algunos estudios realizados por organismos gubernamentales competentes al caso han determinado que un veinte por ciento de la población adolescente se ha visto impedida de poder hacer sus estudios en sus hogares al no poseer una computadora o conexión a internet.
Colocación de sistemas de mamparas para los pupitres
La Organización Mundial para la salud ha preparado un plan para la vuelta presencial que en principio cuenta con medidas básicas que incluyen un horario donde quede bien demarcado cuando se le permitirá al estudiantado tener acceso al lavamiento de manos, además de una accesibilidad a profesores y estudiantes al agua y al jabón, desinfección regular de todas las áreas y preparación de clases que no sean bajo techo.
El organismo también hizo énfasis en el distanciamiento social mayor de un metro entre los pupitres de los salones de clase, especificándolo en las “consideraciones para las medidas de salud pública relacionadas con la escuela en el contexto de COVID-19”.
Tomando todas estas consideraciones en cuenta, es esencial para este tipo de distanciamiento el uso de mamparas fabricadas con placas de un material especial llamado metacrilato COVID, que viene con un espesor aproximado de 3mm. Entre las ventajas que proporciona dicha mampara está el hecho de que no sólo protege a su usuario del COVID, sino que es un excelente agente que trabaja en contra de la propagación de bacterias o de cualquier otro virus que pudiera alojarse dentro de los salones de clases.
El método de colocación de las mamparas de metacrilato a los pupitres será a través de unas cintas de doble faz que posee, las cuales permitirán una excelente adherencia al pupitre a la hora de la fijación en el montaje, evitando de manera eficaz que se despegue y que pueda caer al suelo y se quiebre.
A este protector ya se le han hecho varias pruebas y se ha podido comprobar que no le dificulta la comodidad al niño. El diseño de las láminas es bastante ergonómico y no permite que el estudiante sienta que su área de estudio esté siendo invadida, además de permitirle buena movilidad de sus brazos sobre el pupitre.
Los científicos, médicos y los trabajadores de las casas farmacéuticas de todas partes están constantemente trabajando con arduo esfuerzo para conseguir la vacuna contra el coronavirus y podemos estar seguros que sus esfuerzos serán recompensados. Sin embargo mientras esto ocurre, es importante que cada padre o representante se encargue de concientizar a sus niños acerca de los efectos que el coronavirus puede causar sobre las personas; y sobre todo informarles acerca de cómo tomar medidas preventivas que puedan impedir exponencialmente cualquier riesgo al cual pudieran estar expuestos.
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